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Trabajo de identificación de los restos de Aremehisa en Aguilar de la Frontera |
El 10 de agosto, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Aremehisa) se traslada hasta Adamuz. Dispone ya del permiso del Ayuntamiento de Adamuz y las distintas administraciones para investigar en Adamuz exactamente qué pasó con los fallecidos en esta fosa común y, sobre todo, si siguen allí enterrados. El portavoz de Aremehisa, Rafael Espino, explica que lo primero que se hará, precisamente, es saber si los huesos siguen en el cementerio de Adamuz. Disponen de un croquis y del testimonio, contradictorio muchas ocasiones, del sepulturero de la época.
También trabajan con un temor: a mediados de los 80 se metió una gran canalización de agua por el cementerio de Adamuz, próxima o sobre la fosa común. Las tuberías tienen un grosor de un metro y Aremehisa quiere saber si su construcción sacó los huesos y donde los trasladó, si no los sacó, si quedaron arriba o quedaron abajo. Por eso, lo primero que harán el 10 de agosto será excavar una cata de dos metros por dos metros por dos metros. El objetivo: saber si los cuerpos de los últimos guerrilleros de la provincia siguen ahí.
Para esta primera cata, Aremehisa ha tirado, como siempre, del voluntariado. A través de una pequeña llamada en su web, la asociación para la recuperación de la memoria histórica ha recibido correos electrónicos y llamadas de media España. “Se han apuntado gente de Toledo, de Ávila, de Cáceres, de Almería, de Murcia…”, enumera. Estos voluntarios trabajarán en la cata durante tres días. En el caso de que la excavación arroje resultados positivos y determine que se puede seguir buscando a los guerrilleros en el cementerio de Adamuz, Aremehisa pedirá los permisos correspondientes para abrir toda la fosa común. Entonces será un trabajo más complejo en el que probablemente necesitará la ayuda del georradar, tal y como hizo en la excavación de las docenas de fusilados en el cementerio de Aguilar de la Frontera.