20 jun 2011

La Caja Rural de Utrera saca adelante la fusión con otras cuatro de Córdoba y la de Almendralejo

Nace un grupo suprarregional con más de 1.000 millones de euros en activos para plantar cara al Ibérico de Crédito
Capital Madrid

El Banco de España tiene que estar contento. Tras más de dos largos años mareando la perdiz con grandes proyectos de fusiones virtuales (las provinciales, por un lado, las locales y comarcales, por otro, más Cajamar y Cajas Rurales del Mediterráneo), las cajas rurales avanzan con rapidez en su proceso de concentración. Y lo hacen con operaciones suprarregionales, que son las que más gustan al supervisor, como sucede con las cajas de ahorros, porque las sinergias son mayores y los ajustes de plantilla y de red de sucursales, menores. Con la operación aprobada por la asamblea general de la Caja Rural de Utrera con otras cuatro cordobesas (Baena, Adamuz, Nueva Carteya y Cañete de las Torres) y con la de Almendralejo (Badajoz), ya están implicadas en procesos de fusión (virtual o convencional) 37 entidades sobre un total que rondaba las noventa.

La fusión cordobesa-extremeña, impulsada fundamentalmente por la Caja Rural de Almendralejo, crea una entidad con más de 1.000 millones de euros en activos, 205 empleados y 61 sucursales. Con la operación, como explicaban sus promotores en la asamblea general de la Rural de Utrera, "se fortalecen las garantías de solvencia y eficacia de las cajas participantes, en orden a las recomendaciones del Banco de España que, reconociendo el papel de las cajas rurales en el desarrollo de la banca minorista, permite que continúen ejerciendo este papel en el ámbito local sin perder la esencia que las ha caracterizado".

Los socios de la Rural de Utrera, como tendrán que hacer los de las cinco entidades restantes, aprobaron la operación, que implica la modificación de los estatutos sociales para "adaptarlos a las necesidades del Grupo Cooperativo y a las exigencias del Banco de España en cuanto al fortalecimiento del capital social". Se ratificó la propuesta formulada por el consejo rector para la constitución del grupo cooperativo consolidable (todavía sin denominación oficial), el contrato de integración de la Rural de Utrera en ese Grupo Cooperativo y en el Sistema Institucional de Protección (SIP).

El nuevo grupo supone la respuesta de la Rural de Almendralejo a la incorporación de la Rural de Extremadura al Grupo Cooperativo Ibérico de Crédito, impulsado por la sevillana Rural del Sur y al que se ha sumado también la Rural de Córdoba. Al mismo tiempo, las otras rurales de Córdoba desoyeron la invitación de ésta para sumarse a su grupo y han optado por la nueva operación.

El nuevo grupo, no obstante, es siete veces más pequeño que el Ibérico, que tiene un volumen de activos de unos 7.000 millones de euros. Manuel Enríquez, presidente de la Rural de Córdoba, reconoce que "hay contactos con otras entidades" para que se incorporen al Grupo Ibérico. La única rural andaluza no implicada en procesos de fusión es la de Jaén, en cuya asamblea general se han desvelado las previsiones para este ejercicio, con una expectativa de incrementar el 50% el resultado de 2010.

El presidente de la Caja Rural de Córdoba insiste en que "el volumen de activos medios está en el entorno de los 7.000 millones y entendemos que es importante, pero no cabe duda de que las puertas están abiertas a quienes quieran venir, deberían entrar más y hemos hecho el ofrecimiento al grupo de cajas rurales para incorporar nuevas entidades".

¿Por qué no ha sido posible la integración de todas las cajas rurales de Córdoba? "Eso habría que preguntarlo a ellas. Nosotros no hemos hecho sino hacer ofrecimientos, pero han optado por otro camino, que es tan legítimo como el nuestro o más, y han iniciado un proceso de acercamiento con Caja Rural de Almendralejo. No hay nada que objetar y no hay nada que decir, cada cual toma sus decisiones", señalaba Manuel Enríquez.

El mapa de cajas rurales queda formado ahora por cuatro SIP: Grupo Cooperativo Cajamar (ocho entidades de Almería, Comunidad Valenciana y Baleares); Cajas Rurales del Mediterráneo (impulsado por Ruralcaja y formado por una quincena de entidades de la Comunidad Valenciana), el Grupo Cooperativo Ibérico (tres, dos andaluzas y una extremeña) y el nuevo (seis, cinco andaluzas y otra extremeña). Y dos fusiones regionales: Globalcaja en Castilla La Mancha (cuatro entidades) y Nueva Caja Rural de Aragón (dos). Y la Ipar Kutxa, que es una cooperativa de crédito, ha llegado a un acuerdo de integración con Bankoa, del grupo francés Crédit Agricole.

Sólo la Asociación Española de Cajas Rurales cuenta con 77 entidades, lo que da idea de la atomización del sector. Pero el proceso de concentración es ya imparable, se esperan nuevos movimientos, aunque el Grupo Caja Rural potencia su modelo de banca cooperativa como respuesta a las fusiones virtuales fracasadas cuando el Banco de España impuso la mutualización del 100% de los beneficios.

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