Las elevadas temperaturas dificultarán la práctica cinegética. Conejos, zorzales, palomas y perdices son las piezas que más se capturan.
El tiempo de las escopetas y de las distintas prácticas cinegéticas está cerca. Más de 30.000 cazadores cordobeses ultiman estos días los preparativos para tenerlo todo previsto para el domingo, fecha en la que se inicia la temporada de caza menor. El levantamiento de la veda general dará comienzo a un periodo que se extenderá durante unos cuatro meses y finalizará el 12 de febrero con el cierre de la veda para la caza mayor. Junto a la crisis, que reducirá las inversiones de los practicantes o llevará a muchos a colgar temporalmente la escopeta, el principal problema de este inicio será la adversidad climatológica. El técnico de Asaja-Aproca, Tomás Jurado, lo tiene muy claro: "Comenzamos en el peor tiempo climatológico para la caza, con altas temperaturas y escasez de agua en el campo". El problema, según indica, es que no hay previsiones de lluvia para la próxima semana, por lo que la caza mayor también se verá afectada, tanto las rehalas como las especies cazables, "que no se encontrarán en su mejor momento por la situación de estrés hídrico". Desde el 1 de septiembre las precipitaciones registradas en la provincia han sido escasas, con 3,8 litros en Adamuz, 3,6 en Baena o 2 en El Carpio. Ligeramente superiores son los datos de Hornachuelos (19,6), Palma del Río (20,4) o Córdoba (29). Sin embargo, estas precipitaciones se contabilizaron a principios de septiembre, por lo que la humedad ha desaparecido de los cotos.
La temporada de caza menor tiene como protagonistas principales al conejo, la perdiz, las palomas, las codornices, los zorzales y las aves acuáticas. Las últimas estadísticas publicadas por la Consejería de Medio Ambiente sitúan a Córdoba como una de las provincias con mayor protagonismo en la caza menor por el número de practicantes y especies cobradas. En la temporada 2009/2010 se comunicó a la Junta de Andalucía la caza de 279.994 conejos, 259.894 zorzales, 115.028 perdices rojas, 111.655 palomas torcaces, 80.373 tórtolas y 78.028 liebres. Menor importancia tuvieron otros tipos de palomas, urraca, estorninos o codornices.
Las previsiones para esta nueva temporada varían poco respecto al año anterior. La macropoblación de conejos se mantiene en la Campiña y continúa su expansión hacia otras provincias. Esta anormalidad provoca que las zonas de emergencia cinegética en las que hay daños a los cultivos se permita la captura durante todo el año. Esta evolución alcista contrasta con la tendencia del norte de la provincia, donde es muy reducida la presencia.
Las estimaciones para la perdiz no son muy optimistas para algunas zonas de Córdoba. Asaja-Aproca advierte de que dependerá de los términos, pues en la Campiña se están observando ejemplares, pero en Los Pedroches se han descubierto pocas. Habrá que ver qué efectos tienen en las aves migratorias, como el zorzal, las altas temperaturas y la falta de agua. En el caso de la cordoniz, desde Asaja-Aproca se indica que se ha observado presencia de codorniz en lugares en los que había desaparecido.
Diario Córdoba
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